
FICHA DE LA OBRA
Título: American Gods (Edición X Aniversario)
Autor: Neil Gaiman
Año de publicación: 2001
Género: fantasía, filosofía, mitología, viajes
Traductora: Mónica Faerna
Editorial: Roca Editorial
Año de edición: 2012
Formato: digital (versión Kindle)
Precio: 7,59 €
Otras obras del autor: Buenos presagios (junto a Terry Prattchet), Coraline, El océano al final del camino, Neverwhere, Sandman, Stardust…
¿De qué va?
Sombra recibe la noticia del fallecimiento de su esposa el mismo día que sale de prisión. En el viaje de vuelta a casa conoce a Miércoles, un estafador para el que empieza a trabajar y con el que se verá implicado en una guerra épica entre los antiguos dioses olvidados y los nuevos dioses a los que idolatra la humanidad. Sombra emprenderá un camino a lo largo de los Estados Unidos que cambiará tanto su visión del mundo como sus creencias.
Dictando sentencia:
Primero os voy a explicar por qué me gusta Neil Gaiman.
Hace pocos años me operaron y estuve varios días ingresada en el hospital, sin poderme mover de la cama. No soy una persona de aficiones activas y si para mí fue un horror el estar inmovilizada durante tanto tiempo1)Te da para bosquejar el argumento de varias historias de terror; pero sin payasos diabólicos, no seamos extremistas., no quiero imaginar lo que representaría para un runner o para alguien cuya idea de hacer deporte supere los viajes ocasionales al super.

Este periodo de agonía fue amenizado gracias a las visitas de mi pareja, que cada día me traía uno o más números de Sandman, una de las obras más conocidas del autor —y que se ha venido conmigo a Bratislava, para desgracia del que tuvo que cargar en la mudanza la caja que contenía todos los números2)De tapa dura, para más inri.—. Este cómic evitó que empezara a arrancarme los pelos en busca de alguna distracción, y su historia me enganchó totalmente —gracias a una imaginación desbordante y a personajes soberbios como Delirio y Muerte—.
El segundo motivo tiene relación con mi serie favorita de ciencia ficción: Doctor Who3)Y si alguien siente curiosidad, mi doctor es el cuarto: Tom Baker —ninguna relación con Campeones—, ya que crecí con él disfrutando de sus aventuras en la cadena autonómica catalana.. Neil Gaiman escribió —entre otros— el guión de The Doctor’s Wife, un capítulo en el que vemos a la Tardis —la nave con la que el Doctor viaja a través del espacio y el tiempo— encarnada. Soy fan de la Tardis, tengo varias repartidas por casa en forma de llavero, lápiz, caja de postales, peluche4)Que hizo pitar mi maleta en el aeropuerto de Londres, ya que se me olvidó que tenía piezas de electrónica dentro —emite luz y sonido, muy cantona ella—., despertador5)Y sí, también tengo un destornillador sónico.… así que este capítulo se llevó un cachito de mi corazón.

Y ahora os explico por qué este libro me ha decepcionado un poco: tenía demasiadas expectativas —por lo mencionado más arriba y por la serie de Amazon Prime Video que vi antes de leer la novela6)Y evidentemente me gustó.— y no he acabado de empatizar con los personajes. Es una novela algo larga (de unas 560 páginas, aunque yo la leí en digital), que se hace a ratos pesada, pero tiene la ventaja de que la puedes encontrar en el catálogo de Kindle Unlimited.
La edición que he leído es la del 10º aniversario, con una introducción del autor en la que explica las diferencias entre esta edición (más larga) y la original, y da unas pequeñas pinceladas sobre el proceso de escritura. La historia se desarrolla en tercera persona, con un narrador omnisciente que hace un énfasis especial en Sombra, el protagonista a través de cuyos ojos desfilará una amplia variedad de personajes —humanos y divinos—.
Este foco en Sombra es quizá uno de los motivos por los que se me ha atascado un poco el libro. Sombra es un tipo taciturno y cerrado, poco propenso a dar explicaciones ni muestras de sus sentimientos. A Neil Gaiman, a la hora de escribir se le da muy bien lo de «mostrar antes que contar»; el problema es que su protagonista es poco dado a las manifestaciones—a lo largo del libro diferentes personas lo tratan de «grande y lento»— y nos encontramos con bastantes escenas oníricas, por lo que en varias ocasiones me he quedado con una sensación de «frialdad» que envuelve a los personajes: no me transmitían nada, faltaba algo.

Esta falta de empatía hacia los personajes no se produce de forma tan pronunciada en la serie, ya que cuentan con más medios para llegar e impactar al espectador y, en mi opinión, se ha realizado cambios en el guión que han mejorado la obra. Sobre estas diferencias, destacaría el nivel de protagonismo (más alto) que se le ha dado en la serie al personaje de Sweeney el Loco —mi favorito— y la diferencia en el tratamiento de la verdadera identidad de Miércoles: en el libro se descubre bastante pronto pero en la serie lo han dejado como revelación final de la primera temporada.
También cambia el enfoque hacia Laura, la esposa de Sombra, que en la serie es más «cercano» y se añade detalles sobre su pasado que no se muestran en el libro. Y sobre Laura tengo que decir que no me gusta cómo se ha cerrado su trama en la novela, ha sido otra de las ocasiones en las que me ha parecido un trato frío.
Y, ya que menciono a Laura, tengo que destacar el que para mí es el mejor capítulo de la serie, el séptimo: “A Prayer for Mad Sweeney“. Es una obra de arte, de los pies a la cabeza (o del primer al último fotograma). En él se narra la historia de Essie Tregowan (Emily Browning, misma actriz que interpreta a Laura), una joven nacida en una aldea de Cornualles con unas creencias muy arraigadas en el folclore y las historias de sus pueblo; y muestra cómo los inmigrantes que procedían de las islas británicas trajeron a sus deidades celtas al Nuevo Mundo.

La novela en sí la he encontrado difícil de clasificar dentro de un género. Contiene mitología, teología, folclore, costumbrismo, filosofía —o desvaríos—, acción, ligeros toques de amor y humor y una gran carga de road movie. Se nota que el autor, como él mismo nos explica al principio del libro, ha hecho un tremendo trabajo de documentación —y bastantes kilómetros por carretera—, porque constantemente nos bombardea con menciones a nuevos dioses o entidades mitológicas de las que alguna vez hemos oído hablar —o no— y cuyos nombres arañan nuestra memoria.
La acción y el misterio, que le dan el toque de dinamismo a la novela, los encontramos principalmente en dos tramas/subtramas (la primera más activa que la segunda, ya que es el eje sobre el que se desarrolla la historia): la guerra entre los antiguos dioses y los nuevos (tecnológicos)7)Con los tejemanejes de ambos bandos para conseguir inclinar la balanza a su favor., y las desapariciones de jóvenes en la ciudad de Lakeside. Esta última era la subtrama que más me interesaba, y hubo un momento en el que temí que iba a acabar la novela dejando el misterio en el aire y me iba a quedar sin saber qué había pasado —ya que se deja de hacer mención al tema en cierto punto—. Pero no os preocupéis, hacia el final del libro también se descubre lo que hay tras estas desapariciones misteriosas.

La mayoría de dioses que aparecen en la novela no son muy conocidos8)¡No es como en Percy Jackson! Aunque algunos de los nombres os sonarán de los libros de historia y novelas ambientadas en otras épocas…, pero son de lo más fascinantes: como las hermanas Zorya y Czernobog, el señor Ibis y el señor Jacquel (los dueños de la funeraria), cierta gata marrón (Bast), el señor Nancy, etc. Aunque hay mucho material del libro que no ha aparecido aún en televisión, hasta el momento me ha gustado la elección de los actores para sus personajes. Miércoles es estupendo (aunque el personaje en sí no me gusta9)No me gusta porque no me cae bien, no porque no lo vea como un personaje bien creado: no suelen gustarme los timadores, aunque este reconoce serlo abiertamente., creo que el actor que lo interpreta lo clava), Sombra es tan taciturno como su nombre indica, Laura era un personaje «normal» que tenía bastante atravesado (hasta que dan más detalles sobre su pasado) y ahora va camino de la redención y Sweeney… se los come a todos cuando sale en pantalla.
Hacia el final del libro se produce un par de revelaciones (Spoilers)…
En resumen, se trata de una novela ambigua que a mí, en general, sí que me ha gustado (porque siempre me han atraído los dioses de culturas diferentes a las mías y tengo buena predisposición a todo lo que huela a road movie10)O road book, si es que existe el término. —aunque no tanto como esperaba— . No ha sido la obra que más he disfrutado de Neil Gaiman11)Creo que Sandman brilla en un primer puesto difícil de alcanzar., pero no ha reducido ni pizca las ganas que tengo de seguir leyendo lo que escribe este autor o tengo pendiente de él. Probablemente lo siguiente será Coraline o El libro del cementerio, que he visto a ambos en el catálogo de Kindle Unlimited; y en un medio audiovisual —apuntando al futuro—, estoy impaciente por ver la versión adaptada a la pequeña pantalla de Buenos Presagios.

Personaje favorito: si habláramos de la serie elegiría a Sweeney el Loco (el leprechaun), sin duda. Pero en el libro los personajes tienen diferente nivel de protagonismo e implicación en la historia, algunos cambian bastante o no tienen tanta relevancia. En esta novela aparecen bastantes personajes, pero probablemente me quedaría con Sam Cuervo Negro y con las tres hermanas Zorya.
Personaje no-tan-favorito: el chico gordo (se llama así en la novela, bajad las piedras), un dios de la tecnología. En la serie no lo interpreta un actor entrado en carnes, pero el personaje genera las mismas simpatías. Este es un caso de personaje que no me gusta debido a sus acciones y/o personalidad, no porque lo encuentre mal creado o plano (como sucede en otras reseñas, como esta).
Localización a mencionar: el otro lado, los planos por los que caminan los dioses «entre bambalinas». También incluiría las escenas oníricas que se describen cuando alguien fallece y se enfrenta al juicio de Osiris.
Primera frase:
Sombra llevaba tres años en la cárcel.
Última frase (Spoiler):
Frase aleatoria:
—Ahora ya sabes la mitad del truco —le dijo Sombra—. La otra mitad consiste en esto: centra tu atención en el lugar donde debería estar la moneda.
Reconozco que la leí después de haber empezado la serie, por curiosidad, para conocer más sobre la historia y los personajes. Este es uno de los pocos casos en los que la serie (o película) me ha parecido mejor que la obra original. Pero la serie solo lleva una temporada (y en la novela hay material como para dos más) así que falta por ver cómo se desarrollará toda la historia.
A quién no: no es una novela empalagosa. Aunque dos de los personajes principales son Sombra y su esposa Laura, y vemos una evolución en la relación entre ambos (especialmente en la serie con sus flashbacks), en ningún momento profundiza en sus sentimientos: las escenas en las que aparecen juntos son más surrealistas que emotivas. Así que, amantes de la romántica edulcorada, este no es vuestro libro.
Imágenes en acción: por si no lo he dicho suficientes veces, hay una serie de televisión basada en la novela y estrenada este mismo año (y renovada para una nueva temporada). Podéis encontrar información fácilmente por la red, pero es muy fácil comerse algún spoiler ya que suelen indicar el papel de qué dios interpreta cada actor y —en la serie sobre todo— es algo que suelen mantener tras un halo de misterio. Por cierto, para los que sois fieles a la obra original, en esta versión televisiva Neil Gaiman sigue implicado como productor ejecutivo.
En un vistazo:
Puntuación: (4 / 5)
Anotaciones
Empecéva ver la serie, pero la dejé a los tres capítulos. Tenía algo… No sé cómo explicarlo, pero me resultabs demasiado… ¿falsa? El libro la verdad es que no me llama mucho.
Lo de no saber quién es Miércoles creo que viéndola (y supongo que leyéndola) en versión original la cosa cambia y se pilla al momento. Yo al menos no tuve ninguna duda desde el principio
Tal vez la serie te produjo la misma sensación que a mí varios pasajes de la novela: las reacciones de los personajes eran un tanto «frías», como si estuvieran dentro de un sueño y la mente no acabara de procesar lo que sucedía.
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