Muestra de ‘Pórtico’2 minutos de lectura

Título: Pórtico: Los anales de los Heechee (La saga de los Heechee I)

Autor: Frederik Pohl

Fuente: Amazon

Veredicto: No

Estamos ante otro referente de la ciencia ficción —género del que pretendo retomar su lectura tras años de pausa— con unas cuantas décadas a sus espaldas. Sé que hay gente que —como yo— descubre esta obra ahora pero —al contrario que yo— consiguen disfrutar de ella. A mí la muestra no me ha acabado de gustar, se me ha hecho larga pese a contar con un número de páginas discreto.

El libro está bien corregido y sin faltas en su interior. La edición me parecía correcta, pero hacia la mitad de la muestra apareció un error que no había visto hasta el momento: una tabla con código y texto repetido de un diálogo previo que saca bastante de contexto.

Es un error bastante evidente por lo que se habría detectado con una revisión “muy por encima”. Teniendo una editorial potente detrás, no es algo que encuentre excusable.

Sobre la ilustración de cubierta, en Amazon se muestra la que consta arriba como la correspondiente a la edición digital, pero cuando vamos a leer la muestra nos aparece un diseño diferente aunque mantenga elementos en común (ilustración de nave con planeta de fondo).

Casi toda la muestra la conforma una misma escena en la que se desarrolla una visita al psicoterapeuta (que es una IA llamada Sigfrid) por parte del protagonista,  Robinette (Bobbie, Rob, Bob, Robbie¹⁾Son las diferentes maneras que usa la IA para dirigirse a su paciente durante la consulta.) Broadhead. Sigfrid insiste en averiguar los motivos que oculta Rob tras su infelicidad, ya que pese a ser rico y llevar una vida próspera en la Gran Burbuja de Nueva York, hay recuerdos que le atormentan, pero lo único que consigue es el enfado y las lágrimas contenidas de Rob.

Este rechaza los recuerdos reprimidos de su juventud, en la que era un minero pobre que vivía con su madre hasta que tuvo un golpe de suerte (en algo relacionado con Pórtico) que le sacó de la miseria. Parece ser que dejó atrás a una mujer, Klara, y sus pensamientos hacia ella le provocan un dolor profundo.

Si la historia hubiera conseguido engancharme, habría comprado el libro pese a ese error de código (con la esperanza de que no se repitiera en las páginas siguientes). Pero la escena de la consulta se me hizo larga y tediosa, así que seguiré buscando otros libros que se amolden más a mis gustos dentro de la ciencia ficción (como este y este).