Ya lo había comentado en alguna entrada anterior, pero hace un par de meses sobreviví realicé una mudanza a Eslovaquia y tuve que dejar atrás —aunque bien custodiados— dos tercios de mi biblioteca.

Imagino que habéis pasado por una situación parecida: cambiáis de hogar y no podéis cargar con todo, aunque hayáis contratado el camión de un transportista1)En nuestro caso, el transportista era un señor polaco que como mucho chapurreaba algo de francés, por lo que desplegamos de forma admirable e improvisada un lenguaje de signos y muecas —basado en gestos de dolor cada vez que tocaba cargar una de mis cajas de libros— para conseguir comunicarnos.que puede con una tonelada de peso. Pero es que los libros pesan mucho y es necesario colocarlos en cajas de cartón pequeñas o estas no aguantan el peso y se despedazan… en resumen: hay que eliminar o dejar atrás lo prescindible2)Que ya os digo yo que NUNCA es lo mismo para cada persona afectada por la mudanza..
Reconozco que hacerlo no fue fácil, y desde un principio me propuse claramente seguir una metodología para no dejar atrás cosas imprescindibles. No es lo mismo cambiar de ciudad que de país, ni darte cuenta en el último minuto que hay que hay que hacer marcha atrás porque te has dejado el recuerdo memorable de turno. Había «consensuado» con mi pareja el nº de libros a llevar a Eslovaquia, me tocaba la parte difícil: decidir qué venía y qué se quedaba esperando a lo que nos deparara el futuro.

Lo primero que hice fue crear una lista de excel con TODOS mis libros3)Esta lista la empecé antes del mes previo a la mudanza y la estuve actualizando hasta el último minuto porque, qué queréis que os diga, hubo compras absolutamente necesarias «de última hora». llamada MisLibros —para qué complicarse la vida—, de la que os dejaré unas fotos por aquí abajo. Poco después aproveché el mismo excel y le añadí pestañas para el resto de mis pertenencias: películas, ropa… sin tanto detalle como con los libros, por supuesto.
La distribución de la pestaña de excel era sencilla: una primera columna con el título del libro, una segunda columna que indicaba (con código de colores de semáforo incorporado) si se venía conmigo o no —o estaba en duda—, y una tercera columna que especificaba en qué caja lo empaquetaba, por lo que procuré numerar todas las cajas.

Como realicé dos mudanzas a la vez —una a casa de unos amigos que nos guardaban todo lo que no podíamos cargar en este primer viaje y otra directamente a Eslovaquia—, las cajas iban marcadas con números romanos en color rojo o bien con números arábigos en color negro —y no sé en qué momento empecé a incorporar letras también—. Reconozco que esta tercera columna con el nº de la caja la dejé de actualizar a los pocos días ya que íbamos muy justos de tiempo y no nos daba para todo; el tiempo disponible es fundamental para hacer las cosas de forma ordenada.
A medida que íbamos empaquetando todas nuestras pertenencias las íbamos separando en dos bloques (habitaciones) de cajas, según se fueran a casa de nuestros amigos o con el transportista a Eslovaquia. Además, y ya que el excel era algo que yo tenía guardado localmente en mi ordenador, creé una carpeta de Mudanzas en el Evernote4)Al tener la versión de pago, la aplicación me permitía compartir notas simultáneamente con mi pareja y cada uno iba actualizando a través de su móvil/tablet/ordenador cada vez que cerraba una caja. en la que indicábamos de forma muy escueta el contenido de cada caja: libros, ropa, etc…
Todo esto nos fue muy bien para tener un control de todo lo que desplazábamos y también a la hora de desembalar las cajas —una vez en el país de destino—, ya que las abríamos directamente en la habitación donde íbamos a colocar su contenido.

Como consejo extra os recomiendo que si tenéis algún almacén o trastero donde guardar las cajas de mudanza, lo uséis, ya que viene muy bien tenerlas siempre a mano. Y en el caso de los libros, no seáis —aunque duela— egoístas y los pongáis en cajas a toda presión. Aunque coloqué el 90% de los míos en cajas pequeñas, aún así hubo 3 que se abrieron por abajo durante el proceso de carga del camión… pasas un mal momento intentando evitar que los libros se dañen o acaben desparramados por el suelo.
Ahora os voy a mostrar el aspecto actual de «Mi biblioteca» (obviando el Kindle, que es el único que ha engordado tras la mudanza): ha quedado reducida a 3 estanterías —y la tercera la tengo empotrada en el cuarto de mi pareja— pero estoy muy orgullosa de ella. Reconozco que ahora tiendo más a mirar libros en formato digital, pero aún así va cayendo algún que otro libro en formato físico de vez en cuando.

Por cierto, este proceso de crear listas de excel para “ordenar” mi cajón de sastre5)Que dicen que las Virgo somos la mar de ordenadas, pero a mí me pasaron por alto.lo he ido adaptando a diferentes tareas en mi vida actual. Ya que estoy suscrita a bastantes cursos y he adquirido muchos libros (didácticos, con ejercicios, de esos que en el cole nos hacían mirar para el otro lado), he ido haciendo listas y los he organizado por temática y «orden de preferencia».
Luego ya es el humor con el que me pilla decidir si hago caso de la lista o no, pero ahí está, para cuando quiero evitar la procrastinación.


Y esto sería todo; insisto en que es necesaria mucha organización previa a la mudanza ya que en los días en los que estás metido en el ajo no tienes tiempo para optimizar resultados6)Por lo que yo recuerdo, te conviertes en una especie de pato mareado corriendo de un lado para otro.y, por muy bien que lo dispongas todo, hay que estar preparado para los imprevistos.
Anotaciones
Responsable: Montserrat Martín Ricart Finalidad: gestionar los comentarios Legitimación: tu consentimiento Destinatarios: los datos que me facilitas estarán ubicados en los servidores de Webempresa (proveedor de hosting de www.enmibiblioteca.com) dentro de la UE. Ver política de privacidad de Webempresa Derechos: podrás ejercer tus derechos, entre otros, a acceder, rectificar, limitar y suprimir tus datos Información adicional: Aviso legal y política de privacidad