Tal como reza el encabezado, el 28 de noviembre finalicé el NaNoWriMo. En la competición de este año me puse con la segunda novela de la saga de Un crimen de hadas1)Ese es el título de la primera novela; aún no tengo claro cómo llamaré a la saga en sí.. Sí, ya sé que la primera aún no está publicada y le quedan varias revisiones, pero soy consciente de que los NaNos son el mejor momento para volcar mi creatividad en palabras sin que lo que tengo entre las orejas adopte la consistencia del puré.
La historia en la segunda novela sigue un hilo argumental propio (consecuencia del anterior), pero el mundo2)Los mundos.y los personajes son los mismos, así que voy realizando cambios y adaptaciones a medida que suceden acontecimientos; el hecho de no haber publicado la primera me permite incorporar detalles en ella que redondean el worldbuilding. Me estoy convirtiendo en una fan de las pistolitas de Chéjov que no cobrarán sentido hasta mucho más adelante.
Como me suele pasar, la competición acabó y la novela no: tengo 50.000 palabras escritas de un segundo libro que se ha quedado a medias, porque no soy capaz de limitarme a una novelette. Dado que lo que menos tenía planificado era este segundo acto en el que me planté3)Situado entre la introducción y el desenlace; yo suelo escribir en orden cronológico pese a que Scrivener permita ponerse con la escena que a una/o le apetezca., me tomo un respiro para definir bien los puntos importantes de la novela (y las semillas que germinarán en historias posteriores) y mientras tanto trabajo en el mundo de mis novelas «desde fuera».
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