Ha empezado la «temporada de verano» en la zona donde vivo (después de una primavera bastante nublada y cargada de chubascos), y eso implica leer cada tarde flotando en una hamaca sobre las aguas de la piscina que tenemos en el jardín. Además, asegura que en julio cumpla con mi pronóstico de lecturas anual en Goodreads, 40 libros leídos, lo que me viene muy bien ya que el resto del año lo iba a tener algo mas complicado para ponerme a devorar páginas.
Pero hoy no me voy a explayar con el verano, mi amor por los ventiladores y por mi kindle resistente al agua; toca hablar con unas pocas pinceladas (se intenta) de los libros adquiridos —pocos en comparación con lo que arrasaba años atrás — y de las lecturas —muchas y con amor por la fantasía— del segundo trimestre del 2023.
Con estas últimas te dejo, como siempre, por orden de finalización.
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