Cada cierto tiempo escribo alguna entrada al estilo de lo que has visto en el título: «cambios en el blog» o «nueva sección» porque, aunque me gusta la idea de pensar que ciertas cosas en el blog son inmutables y estarán allí siempre (como las reseñas), no puedo dejar de lado esa vocecilla que busca siempre algo diferente.
Este año, sin buscarlo, me he encontrado con que mi estilo de vida tenía que cambiar1)Para mejor, sin sustos.desde ya, porque al mudarme a Bratislava y dejar de trabajar me había vuelto tan sedentaria que mi piel prácticamente se fusionaba con la silla del ordenador (y el sofá, en honor a Netflix). En breve aparecería una foto mía en el catálogo del IKEA.
Como me dijo un médico amablemente2)En realidad no, hacía aspavientos con las manos y chapurreaba un inglés dificultoso, que esto es Bratislava., esta puesta en pausa de mi actividad física era algo que no veía como un problema ahora pero pagaría dentro de diez años (o más) si no le ponía remedio.
Así que me ha tocado cambiar hábitos y he empezado a añadir temas saludables a mi rutina diaria, de los que normalmente dejaba «para un momento mejor» (preferiblemente, nunca).

No me gusta hacer deporte, nunca me ha atraído. A mí las endorfinas asociadas al ejercicio me provocan dolor3)Y refunfuñar como una abuela., no placer. Por eso he empezado con pasos pequeños y me «obligo» a salir más de casa: por las mañanas4)Siempre que el tiempo lo permite, que estamos en temporadas de lluvias y nieve.acompaño a mi pareja al trabajo y después vuelvo a la calefacción del hogar dando un buen paseo (de una hora).
Si por cualquier motivo un día no puedo salir, cambio el paseo por una sesión de ejercicio en casa. Frente al televisor del salón tengo una bicicleta estática y un espacio amplio para colocar mi alfombrilla de ejercicio. Normalmente selecciono un vídeo en YouTube relacionado con temas de escritura y lo envío al televisor5)A menudo me pregunto qué pasará si me equivoco de dispositivo y se lo mando al vecino. Soy la única española del edificio por lo que no creo que tardaran en descubrir mi gazapo.mientras me ejercito delante, eso si no he elegido una clase de aerobic.
Solo me permito el domingo de descanso y —junto con una comida más equilibrada— espero ver pronto el resultado, aunque sea para dejar de notar mis riñones hechos picadillo cada vez que hago el más mínimo esfuerzo.
Todo esto te lo cuento como premisa de lo que viene a continuación. Estos cambios en mi rutina, obviamente, han impactado a otros porque ya no tengo para ellos el mismo tiempo del que disponía antes.

Gracias al Dios del Café6)¿Existe? Se me está ocurriendo una idea para un relato…una de las cosas a las que le he quitado tiempo son las siestas, porque después de comer se habían convertido en una costumbre que ahora ya practico de forma mucho más esporádica. Tiene su lado negativo: antes de caer dormida leía un libro un (buen) rato y ahora leo algo menos por lo que no tengo muy claro aún cómo impactará en la frecuencia de reseñas del blog.
Tampoco dedico ya tanto tiempo a hacer cursos online, aunque por suerte me he puesto al día con los de la academia de MOLPE. Eso me obliga a ser más selectiva con ellos y no apuntarme a todo lo que se me ponga por delante, como tenía por costumbre hacer.
Le he quitado horas también a otro hobby como son los juegos online (MMORPG), las estrellas de la procrastinación (en mi caso), pero no todo este tiempo que le he rascado al día lo he dedicado al ejercicio (o a aprender a cocinar comida sana no inflamable).
Estoy recuperando una de mis aficiones de años atrás, que tenía muy aparcada: el dibujo. Cuando vine a Bratislava me traje conmigo todos mis «materiales» y libros de dibujo y los tenía acumulando polvo en una estantería. Me van a venir muy bien, porque aquí no hay la variedad de material que puedo comprar en una tienda de arte y sí podía encontrar en Barcelona. No sé de dónde voy a sacar papel cebolla o de calco, pero investigaré.
Hace tiempo que me viene rondando una idea por la cabeza relacionada con esto del dibujo, concretamente desde verano pasado cuando leí la saga entera de la Agencia Lockwood y me enamoré de los pequeños dibujos en grafito que decoraban cada inicio de capítulo.
Me pareció una idea estupenda y me gustaría aplicarla de cara a mi segunda novela en curso, Un crimen de hadas. Pero para eso, además de acabar el borrador, tengo que ponerme las pilas con el dibujo tanto en técnica como en práctica, lo que implica invertir más horas.
Por suerte, como te he dicho antes, tengo unos cuantos libros para principiantes a dos metros escasos de mí. Es cuestión de ponerse, empinar los codos y practicar, practicar, practicar…
También me gustaría, cuando adquiera más soltura, publicar varios de mis dibujos en el blog. En concreto en uno de los últimos apartados de las reseñas largas: «En un vistazo», donde hasta el momento añado una foto representativa del libro reseñado.
El otro tiempo restante, obviamente, lo pienso dedicar a escribir. Me está costando retomar la escritura después de las vacaciones navideñas y como hasta abril no hay el siguiente Camp NaNoWriMo, me he puesto mi propio reto: escribir cien palabras al día (como mínimo, claro).
Es muy poco, más considerando que en todas mis maratones escribo entre mil y tres mil palabras al día. Lo que pretendo es volver a crear el hábito, la costumbre; no forzarme a producir una gran cantidad de palabras.
Quiero que sentarme y escribir cada día7)En una de mis dos novelas en borrador.sea algo que me resulte fácil y atractivo. Porque conozco mi mente (es la misma que controla un cuerpo al que no le gusta el ejercicio) y si le digo que siente el culo y se ponga a escribir buscará primero alrededor y encontrará otra cosa que hacer antes y le lleve menos tiempo.
Pero si le digo que no se levante de la silla hasta haber escrito 100 palabras lo hará, porque «100 palabras no son nada» y lo puede hacer en unos minutos. También sé que antes de escribir esas 100 palabras releerá la sesión anterior para continuar con el mismo estilo y no se fijará en el tiempo que le dedica a ello, porque si va a escribir 100 palabras lo hará bien. Las escribirá, esas 100 y bastantes más, porque así ha sucedido siempre y llega un momento en la vida en el que conoces tus propias debilidades y fortalezas mentales. Nunca serán solo 100, pero no se lo cuentes a mi mente.
Aunque 3 100 palabras8)Las únicas a las que me comprometo.mensuales sean una cantidad irrisoria, para mí serán mucho, muchísimo mejor que las 0 palabras que escribí en todo diciembre.

Bueno, hacía tiempo que no escribía una entrada como esta (más típica de mi otro blog) y antes de llegar al final te cuento a qué viene el título que la encabeza. La parte de «cambios en el blog» ya las visto (aunque más bien son cambios en la persona que escribe —y dibuja— en el blog). La parte de «los médicos los odian» es una broma que tengo con mi pareja.
Los dos nos reímos bastante de los anuncios sensacionalistas del estilo: «Esta señora perdió 3 kilos en una semana sin tomar pastillas. ¡Los médicos la odian! Haz clic aquí para descubrir su secreto.» Personalmente creemos que «los médicos»9)¿Qué médicos? ¿Todos los del mundo? Pues ya me dirán cómo se han enterado los de Eslovaquia porque conmigo no se enteran de nada.tienen mejores cosas que hacer que odiar a la pobre señora. Nunca entro en esos anuncios y, como buena persona que consume té con el meñique desplegado en todo su esplendor, me limito a poner los ojos en blanco y rezar por los eslabones perdidos de la humanidad.
Cuando pensé en el título que le pondría a esta entrada del blog no se me ocurrió nada hasta que el recurrido «¡los médicos la odian!» vino en mi ayuda. Este es también el primer artículo que escribo con WordPress 5.010)Que ahora ya anda por el 5.0.3.y el editor Gutenberg así que la culpa de cualquier inconsistencia se la puedo echar a él… ¡los bloggers lo odian!

Antes de despedirme hasta el próximo lunes, en el que te traeré un book haul y wrap up de mes bastante menos cargado de lo habitual (ya sabes por qué), quiero recomendarte que te pases por esta entrada del blog de Sonia Martínez Martínez. Échale un vistazo y, si te interesa, puedes participar en el sorteo que está montando (hasta el 10 de febrero).
Sonia es una escritora, como yo, pero en mejor. Porque ella además de escribir su novela tiene la decencia de acabarla y publicarla (algo en lo que yo todavía estoy trabajando). A través de Amazon puedes encontrar la muestra de su novela (el 10% inicial) biográfica e histórica En los ojos del Rey.
Con el sorteo de Sonia me despido de ti. Que tengas unas lecturas felices y nos leemos el próximo lunes. Ah, y si conoces algún canal de YouTube para hacer ejercicios en casa o ver clases de escritura, no dudes en dejármelo en los comentarios.
Anotaciones
Échale un ojo a esta rutina de cardio para principiantes: https://www.youtube.com/watch?v=XC-9Ls6d2V4
A mí me gusta mucho ese canal porque es muy sensato (aunque el nombre parece click-bait) y tiene todos los niveles, desde novato total a avanzado y adicto a las endorfinas, y sobre todo porque incluye los calentamientos y estiramientos en casi todos los vídeos. Que como se nos olvide que es más importante lo que se hace antes y después del ejercicio las lesiones pueden ser estupendas…
¡Muchos ánimos! (No publiques el coment si quieres, que esto parece spam xD Simplemente te he leído y para una vez que puedo aportar…)
¡Hola, Alia!
No haces nada de spam. Al contrario, he sido yo quien lo ha pedido xD He probado hoy el vídeo después de una tabla de estiramientos que hago por rutina (y de un fregoteo intensivo de dos horas en el piso) y me ha ido genial, aunque casi me descoyunto con el movimiento de tres pasitos+puñetazos+patada, cada articulación se me iba para un lado -.-
Me he suscrito al canal, muchas gracias por la recomendación y por pasarte por aquí :D